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DOLOR CERVICAL

Las causas del dolor cervical son diversas y numerosas. Normalmente se origina con motivo de tensiones o agarrotamiento del cuello generados por malas posturas. También el estrés, físico y emocional, son un claro detonante. Cuando esas malas postura, o diferentes tipos de estrés se reproducen con frecuencia, pueden llegar a poner la columna en tensión continua, afectando la musculatura, su coordinación y, en consecuencia, la posición de las vértebras. El trabajo del quiropráctico, en este caso, es hacer una exploración detenida de la zona cervical para detectar estas vértebras bloqueadas que impiden una movilidad correcta de la nuca y acaban afectando el flujo de información nerviosa en la zona alta de la columna.

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En casos de degeneración cervical (artrosis) o en personas mayores se consiguen paliar los síntomas y ayudar a obtener una mejor movilidad, corrigiendo en muchos casos la postura de la persona.

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Cuando el problema cervical se hace crónico durante un periodo de varios años, pueden llegar a producirse hernias discales. Esto, habitualmente, afecta a las raíces nerviosas creando síntomas como hormigueo, pérdida de tacto o fuerza y también dolor en las extremidades, en este caso en los brazos. En estas situaciones, los resultados suelen ser bastante satisfactorios y la quiropráctica resulta ser una alternativa muy eficaz a la cirugía o a otros tratamientos invasivos para el organismo.

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Es conveniente siempre, y en todos los casos, realizar un estudio previo de la columna vertebral en el que se realizan las pruebas adecuadas y comprobar si la quiropráctica puede ayudar. Desde Gava Quiropractic te aconsejamos que no esperes a que el problema se haga más importante, cuanto antes actuemos, mejores y más rápidos son los resultados.

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La zona cervical está formada por siete vértebras. Son de suma importancia las dos primeras vértebras cervicales: Atlas (primera cervical) y Axis (segunda cervical), ya que allí existe la máxima concentración de receptores nerviosos (propioceptivos) que, si no realizan correctamente su función, pueden afectar al sistema nervioso y, por tanto, a nuestro organismo y a nuestro estado de salud general. Un bloqueo vertebral en esta zona de la columna puede acarrear consecuencias tales como mareos, vértigos, dolores de cabeza, migrañas, falta de concentración, cansancio, nerviosismo o falta de estabilidad, entre otros muchos problemas.

¿A quién puede ayudar la Quiropráctica con el dolor de cuello y hombro?

Deportistas que levantan peso

Hay personas que practican mucho deporte pero  no estiran bien, lo que puede acabar generando malestar.  Esto mismo pasa con aquellos que levantan mucho peso. La quiropráctica puede ayudar a equilibrar la musculatura, reduciendo el riesgo de sufrir molestias.

Accidentes

La quiropráctica trabaja con  lesiones que se han producido por un latigazo cervical en un accidente de tráfico o de cualquier otra índole, haciendo que el paciente se recupere más rápido y vuelva a la normalidad en el menor tiempo posible.

Mala postura al dormir

A menudo no dormimos bien porque solemos coger malas posturas en la cama que nos afectan luego durante el día. La quiropráctica nos ayuda a corregir las malas posturas y aprender cuales son las mejores para un correcto descanso y poder empezar el día con energía.

Trabajo oficina / Sentado frente un ordenador

Pasar muchas horas sentado,  malas posturas y no tomar suficientes descansos para cambiar de postura, puede causar dolor de espalda y cuello. La quiropráctica nos ayuda a atenuar esos dolores, a evitar malas posturas y nos enseña buenos hábitos posturales así como a crear un apropiado ambiente de trabajo.

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